Hay dos tipos de verdad.
Una superficial, donde lo opuesto
de una afirmación verdadera es falsa.
Otra más profunda,
donde lo opuesto de una afirmación verdadera
es también verdadera.
Niels Bohr - Premio Nobel de Física 1922
El ámbito de la interacción y comunicación humana presenta una característica muy especial: su naturaleza sistémica. En este artículo queremos señalar algunas implicaciones que presentan los sistemas y las interacciones sistémicas:
La búsqueda permanente de un estado de equilibrio
En un sistema, todas sus partes o sub-sistemas interactúan permanentemente entre sí en búsqueda de un estado de equilibrio dinámico.
En toda interacción humana - independientemente que nuestra evaluación de la misma sea positiva o no - en primera instancia debemos asumir nuestra responsabilidad como integrantes del sistema, la responsabilidad por nuestra participación en el estado de equilibrio actual del sistema.
El síntoma evidente de no asumir esta responsabilidad, se presenta cuando las personas identifican todas las causas del estado actual de situación en los demás. Así es que en una situación hipotética en la cual una persona pasa frente a otra sin saludarle, se puede interpretar lo siguiente: "¡Mira lo que me hizo Pedro... me ha ignorado! ¡Pedro es una persona mal educada!" En esta frase lo importante es la asignación de toda la responsabilidad en el otro.
Frente a la misma situación podemos establecer otras interpretaciones:
- Pedro, como tanta otra gente y en ocasiones yo mismo, estamos tan ensimismados en nuestros temas que no nos damos cuenta de los demás. Asumo que es un comportamiento comprensible, aunque me resulta más agradable que me salude.
- Yo estoy malhumorado. Es problable que mi expresión o gestos no le resultaran cordiales a Pedro y por eso prefiere no saludarme.
- Pedro no prestó atención a que no estaba aquí. Talvez tenga una preocupación importante. Voy a interesarme por él y conocer qué le sucede.
- Reconozco que Pedro me resulta antipático, por lo cual es mejor que no me dirija la palabra.
La diferencia en estas interpretaciones con la primera, reside en que ahora asumimos nuestro rol dentro de la interacción. Esto no limita nuestras opciones, ni las etiqueta de correctas o incorrectas. Podemos permanecer neutrales (a veces hago lo mismo y no me considero mal educada), asumir que tal vez estemos incidiendo más de lo que reconocemos en esta interacción (mi expresión no es cordial), tomar alguna acción para cambiar el estado de la relación (al interesarse por el otro) o aceptar con gusto no establecer una interacción o comunicación más profunda (Pedro me resulta antipático).
La gran posibilidad que nos presenta esta visión es que ahora disponemos de opciones que dependen de nosotros y por lo tanto, ahora somos nosotros que determinamos el tipo de relacionamiento que queremos tener.
La simultaneidad de la interacción
Toda interacción humana simultáneamente desencadena múltiples otras interacciones de las que probablemente no seamos conscientes sino hasta mucho después. La percepción más freceunte en cualquier interacción, es la de percibirlas como fenómenos lineales de causa y efecto.
El cambio al enfoque sistémico se basa en las premisas:
Analizar las interrelaciones del sistema, en vez de centrarse en concatenaciones situaciones vistas como causas y efectos.
Retomando nuestro ejemplo expuesto más arriba:
Si María me escucha mascullando que Pedro es un mal educado, puede interpretar que yo soy una persona quisquillosa y malhumorada, por lo cual ella también intentará evitarme. Así estaré generando en otras personas, sin tener consciencia, el efecto que tanto me desagrada.
Como lo expresa Peter Senge en su libro La Quinta Disciplina: "Toda influencia es causa y efecto".
Identificar los procesos subyacente en vez de analizar "fotografías instantáneas".
En general toda interacción comenzó a formarse mucho antes de lo que podemos percibir. Peter Senge expresa este efecto como su 7a. Ley de la Quinta Disciplina: "Las causas y los efectos están separados en el tiempo y en el espacio".
En nuestro ejemplo, ya han habido interacciones anteriores con Pedro, por lo tanto estas experiencias previas han generado una actitud que predispone lo que sucede cuando Pedro pasa por frente mío.
Conclusiones
En nuestras intervenciones de Coaching, enfatizamos a las personas a que dediquen el tiempo y energía de realizar el ejercicio de aplicar la visión sistémica a sus interacciones y comunicaciones.
El análisis sistémico es una herramienta muy poderosa y valiosa -y una práctica ineludible para las personas que ejercen el liderazgo - a través de la cual nos damos el "empowerment" para realizar los cambios que tengan por resultado generar interacciones y comunicaciones más satisfactorias para nosotros.
Roberto Talento - Coach Ejecutivo
Innovación y Talento Consultores